Un año después de su duelo más doloroso, Hayden Wilde y Alex Yee vuelven a encontrarse. Y lo hacen en un escenario inédito, no solo por el lugar —la costa de Fréjus—, sino por la historia que trae consigo el neozelandés.
Por primera vez en la historia reciente del triatlón profesional, un deportista afrontará dos carreras de máximo nivel con apenas 25 horas de diferencia: el sábado 30 competirá en las T100 French Riviera, prueba de media distancia sin drafting, y el domingo 31 volverá a ponerse un dorsal en la WTCS French Riviera, en formato sprint.

En total, más de 125 kilómetros de esfuerzo, dos recorridos radicalmente distintos y una presión mediática que lo sitúa todo en primer plano. Pero hay algo más que acumulación de kilómetros o desgaste: el verdadero motor de este doblete tiene nombre y apellidos. Se llama Alex Yee.
En los Juegos Olímpicos de París, Wilde lideraba la carrera con decisión a falta de un kilómetro. Yee, que venía recortando con inteligencia, supo aguantar, leer los gestos, y lanzar el ataque definitivo justo cuando el neozelandés empezaba a flaquear. El británico se llevó el oro en un final de infarto y Wilde se quedó con la plata… y con la sensación de que esa medalla podía haber sido suya. Desde entonces, la rivalidad entre ambos no ha hecho más que crecer.
Y este fin de semana, todo se condensa en dos días. Un sábado para medirse a los mejores especialistas de media distancia —con nombres como Rico Bogen, Youri Keulen o Sam Long— y un domingo para enfrentarse a su némesis olímpico.
Dos contextos distintos, dos formas de sufrir, un mismo objetivo: demostrar que está de vuelta. Porque, por si fuera poco, Wilde llega tras una recuperación que roza lo milagroso. Hace apenas tres meses fue atropellado por un camión en Japón mientras entrenaba. Se rompió seis costillas, la escápula izquierda y sufrió una perforación pulmonar. La mayoría habrían dado la temporada por perdida. Él, en cambio, ganó la T100 de Londres en su regreso. Y ahora va a por el doblete.

La rivalidad más eléctrica del triatlón moderno
Wilde y Yee representan una nueva generación que no solo corre rápido, sino que entiende el espectáculo. Se respetan, se admiran, se estudian.
Lo demostraron en Tokio, lo repitieron en París y ahora lo llevarán al extremo en la Riviera Francesa. Wilde ha sido claro: quiere desafiar los límites del cuerpo. Yee, por su parte, regresa a la competición WTCS tras varios meses centrado en la recuperación de una sobrecarga sufrida tras su 2:11:08 en la Maratón de Londres. Lo hace con un calendario bien medido: esta prueba será clave en su camino hacia el gran objetivo del año, el Mundial.
Pero el contexto de esta WTCS es más amplio. Con Matt Hauser como líder del ranking —aunque previsiblemente ausente para centrarse en Wollongong—, tanto Wilde como Yee necesitan puntos. En especial Wilde, que se perdió buena parte del calendario tras el accidente. La oportunidad es doble: para reivindicarse y para sumar en una clasificación aún abierta.

Representación española en Fréjus
España contará con cuatro representantes en la prueba masculina de la WTCS French Riviera: Roberto Sánchez Mantecón (1996), Alberto González García (1998), David Cantero del Campo (2003) y Sergio Baxter Cabrera (2000). Todos ellos forman parte de la lista de salida oficial publicada por World Triathlon para la cita del domingo 31 de agosto.
La carrera se disputará en formato sprint, con 750 metros de natación, 20 kilómetros de ciclismo y 5 kilómetros de carrera a pie. La salida masculina está prevista para las 15:45 y podrá seguirse en directo a través de TriathlonLive.