«Barkley: Sadistic Race», el documental sobre el infierno

Barkley Marathon es conocido mundialmente como la prueba de resistencia más dura del mundo: 160 kilómetros de carrera con 20.000 metros de desnivel acumulados con un límite de sesenta horas. El recorrido consta de cinco vueltas, sin marcar, de navegación libre por parte de los corredores, en el que deben encontrar libros escondidos y arrancar páginas que entregarán como prueba al organizador de la carrera tras completar cada vuelta. Para la mayoría de los participantes de la Barkley Marathon, la distancia es la menor de sus preocupaciones principales. El aumento del desnivel extremo, la importancia de la navegación y las condiciones impredecibles hacen de esta prueba, un verdadero infierno. Un infierno que ha sido llevado al cine gracias al documental «Barkley: Sadistic Race», que podremos ver a partir del 5 de mayo de 2020.

Sólo 18 corredores a lo largo de toda su historia han terminado la famosa maratón de Barkley, precisamente en 2017 fue un triatleta el único capaz de hacerloJohn Kelly, que lo hizo en 59 horas, 30 minutos y 53 segundos. En la edición de 2018 ningún corredor fue capaz de terminar más de 3 vueltas. 

Un proceso de inscripción y admisión secreto

Cada año el proceso de admisión se lleva a cabo a través de un proceso altamente reservado y selectivo. La Barkley Marathons no es una carrera al uso, es más bien una carrera rara en la que todo es extraño, hasta su proceso de inscripción. No tiene página web, solo una dirección de correo electrónico que muy pocos conocen y menos comparten. Un día concreto y una hora exacta para enviar un mail a Lazarus Lake con la explicación de las motivaciones que te llevan a probar este infierno de prueba, junto con el currículum con todas las pruebas de larga distancia que has acabado y un ensayo explicando por qué quieres correrla.

Lazarus Lake
Foto: Facebook // Karel Sabbe Ultrarring

La decisión es algo que cae en manos de los organizadores, Gary “Laz” Cantrell (más conocido como Lazarus Lake) y Karl Henn, que solo conceden a 40 corredores el privilegio de participar en la Barkley Marathons, bajo unos criterios que solo ellos saben.

De los candidatos que optan a la prueba, solos esos 40 elegidos reciben un correo electrónico en forma de condolencias citándoles para una prueba que se celebrará entre el día «x» y el «x» (no se especifica la fecha) en el Estado de Tennessee, Estados Unidos. Los corredores llegan al camping del parque estatal Frozen Head donde entregan una matrícula de su país y 1,60 dólares (un céntimo por cada kilómetro de carrera). De la organización reciben a cambio un dorsal, una brújula y un reloj sin GPS, por lo que la navegación se aventura complicada cuanto menos. Ni avituallamiento, ni puntos de control, ni asistencia de ningún tipo. Los cuarenta corredores contra sí mismos en plena naturaleza.

Una fecha secreta

La fecha de celebración es otra de las grandes incógnitas de esta carrera. Suele ser a finales de marzo, pero no es seguro. Tampoco tiene una hora concreta de salida, es aproximada según ediciones anteriores. Los 40 corredores admitidos son citados en el camping del parque estatal Frozen Head y, entre la madrugada del viernes al sábado, puede empezar en cualquier momento. Gary “Laz” Cantrell hace sonar un cuerno y se da la salida a la Barkley Marathon.

Los corredores tienen que completar las cinco vueltas del circuito y, en mitad de cada una, pasan de nuevo por el camping. «Laz» les hace tocar una valla amarilla y les pregunta: ¿Sigues? Si la respuesta es no, se toca una marcha fúnebre con una corneta y mientras los espectadores acompañan la marcha con la mano en el pecho.

Frozen Head
Frozen Head .Foto: Facebook // Karel Sabbe Ultrarring

Ni un finisher desde 2017

En 2019 había nombres muy conocidos en el mundo del ultratrail entre los participantes de la Barkley Marathon como Jared Campbell, Guillaume Calmettes, Benoit Laval, Jamil Coury, Stephanie Case o Amelia Boone. También contábamos con el triatleta John Kelly, único corredor que fue capaz de terminar en la edición 2017, año desde el que no ha habido otro finisher. Una señal de la dureza de la prueba la tuvimos al ver a Jared Campbell, tres veces finisher de Barkley Marathons, retirarse por un esguince tras terminar la primera vuelta.

Karel Sabbé
Karel Sabbe. Foto: Howie Stern

La lluvia y el frío se encargaron de poner un punto más de dureza sobre los 40 corredores que tomaban la salida con aspiraciones diversas en 2019. Algunos lo hacían por saber qué se sentía al terminar simplemente una vuelta. Otros con el objetivo de conseguir el Fun Run (tres vueltas en menos de 40 horas) y solo los elegidos con la mente puesta en ser finisher.

Bajas temperaturas, lluvia a mares e incluso granizo fueron los siguientes protagonistas del fin de semana. Nuevamente Barkley Marathons hacía de las suyas con los pocos supervivientes que quedaban conforme avanzaban las horas. Uno de los grandes favoritos, John Kelly, se sentía sin fuerzas de seguir con la tercera vuelta y decidía abandonar. Ha quedado para el recuerdo su imagen tocando la corneta indicando que en 2019 no volvería a revalidar su título de finisher como hiciera en 2017.

El tiempo seguía corriendo y solo seis corredores conseguían llegar a la tercera vuelta, o lo que es lo mismo, el famoso Fun Run:  Guillaume Calmettes, Greig Hamilton, Karel Sabbe, Tomokazu Ihara, Johan Steene y Jamil Coury. Los primeros en conseguirlo fueron Sabbe y Hamilton, los únicos que se lanzaron a por una cuarta vuelta, pero este último decidió darse la vuelta a los pocos minutos de salir. 

El único participante que se mantenía en carrera era el belga Karel Sabbe, que abandonaba también y se rendía ante la prueba más dura del mundo.

Trailer sobre el documental

Aquí os dejamos el trailer sobre el documental «Barkley: Sadistic Race». Si estáis el lunes en el Berlin Lift-Off Film Festival podréis ver la película de 18:30 a 20h.

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