Tras una buena racha encadenando buenos entrenamientos, Pello Osoro ha vuelto a encontrarse con su peor fantasma: el de las lesiones.
El eibarrense lo explicaba hace unos días en su cuenta de Instagram, donde hacía balance del mes de enero: «Estaría casi perfecto si no fuese que no corro desde el día 9 y no esquío desde el 6«, escribía.
«Probablemente fallando en mil cosas pero lo estoy intentando con todo«, concluía. Y así, sin desistir, como suele ser ya habitual en él, se presentó este pasado fin de semana en la primera gran cita del 2022: el campeonato del mundo de Triatlón de Invierno.
«Estoy muy agradecido a la Federación por darme la oportunidad»
Osoro no pudo estar en la primera prueba del año en Isaba; una prueba importante para el triatleta dado que se trataba del clasificatorio que daba las plazas para la cita mundial de Andorra.
Tras un último mes muy complicado, el de Orca decidió renunciar. «Llevaba dos meses encadenando buenos entrenamientos y cada vez me encontraba mejor», explica a Planeta Triatlón. «Pero un entrenamiento de carrera a pie me dejó muy dolorido de la zona del glúteo-espalda«.
Había dicho adiós a toda posibilidad de estar en Andorra, pero la Federación tuvo «un gran detalle» y decidió llamar a Pello. «No supe decir que no a la oportunidad que me estaban dando«, explica.
El triatleta vasco quiso confiar en que la lesión se solucionaría y decidió aceptar la propuesta de la Federación, con quien se muestra «muy agradecido, la verdad».
La fuerza inquebrantable de Pello Osoro
Sin embargo, la situación se torció aún más, poniendo casi en peligro su participación en el mundial. «Me sentía mal, porque pensaba que, al yo decir que sí, a lo mejor estaba dejando a otro fuera», explica Pello.
Así que, una vez más, tocó hacer uso de una fuerza inquebrantable; la que llevó a Osoro a hacer todo lo posible para estar en la línea de salida; «aunque sin entrenar a pie y con serias dudas de poder terminar», asegura.
Finalmente, el de Orbea pudo cruzar la meta de su tercer campeonato del mundo de Triatlón de Invierno, una prueba con dos vueltas de 4 kilómetros de carrera, 6 kilómetros de bici y 6 kilómetros de esquí.
Sobre su rendimiento reconoce que el nivel «el nivel a pie fue el que fue, pero no esperaba más, la verdad» y se muestra satisfecho con su desempeño en la bici, «pero esperaba un poco más aquí. Y esquiando me encontré bien», explica el deportista.
Una prueba dura y agónica
Pello Osoro resume la cita mundialista como «una carrera muy, muy dura y con muchas transiciones y muchísimos momentos muy agónicos«. Pero no lo suficientes como para perder el sentido del humor que le caracteriza. «Sobre nieve, contra los nórdicos, o llegas a tope o te meten un mundo. Y aunque lleguemos a tope, también», apunta entre risas el campeón de España de Triatlón Cross.
Finalmente, el triatleta de Eibar cruzó la línea de meta en la 14ª posición, siendo el mejor español y firmando su segunda mejor actuación en un campeonato del mundo de Triatlón de Invierno (en 2020, en Italia, fue 12º).
«Personalmente lo doy por muy bueno», concluye sobre su resultado. «Entre Joan, Fernando, Dani y yo hicimos lo que pudimos», dice. «Lo mismo que las chicas, lo lucharon bien y creo que hicieron muy buenas carreras«, apunta el triatleta.
Fernando Zorrilla (16º), Joan Freixa (18º) y Daniel Tolosa (33º), completaron la participación española masculina. Mientras que, en féminas, nuestra mejor clasificada fue Enara Oronoz con una 8ª plaza. Marta Belmonte fue 11ª y Besaide Astobiza no pudo terminar la prueba.
Próximos objetivos a la vista
Tras su paso por el mundial, a Osoro le toca «darle la brasa al fisio», pero no dice adiós a las próximas competiciones. «Si todo va por buen camino este fin de semana es el campeonato de España y la que viene el de Europa«, y allí quiere estar nuestro triatleta más duro, una vez más.
