7 de agosto de 1932: Juan Carlos Zabala gana la maratón de los Juegos Olímpicos Los Ángeles, con nuevo récord olímpico. 7 de agosto de 1948: Delfo Cabrera conquista la segunda medalla de oro olímpica para Argentina, también en la maratón.
Un añejo documental de la televisión española muestra la vida de niños etíopes y keniatas caminando grandes distancias sobre colinas para llegar a la escuela, o para cumplir con los mandados de sus padres. Todos parecen traídos al mundo bajo pedido. Son altos, delgados, de piernas y brazos extremadamente largos.
Ellos son los herederos de Hermes, el mensajero de los dioses. O de Filípides, el héroe del maratón. Desde hace décadas son los dueños de las carreras de largo aliento, desarrolladas en las pistas y rutas del mundo. Sus triunfos vuelven locos a los científicos. Los fisiólogos sostienen que su biotipo les da ventaja. No. Es su herencia cultural.
Zabala: Oro y récord por partida doble
El biotipo de Juan Carlos Zabala es la antítesis del corredor de maratón: piernas cortas, y por añadidura, metro 52 de estatura. Nada de ello fue obstáculo para que el pequeño corredor de maratón diera la primera medalla de oro a la Argentina.
Hay una anécdota que parece ser el punto de partida para la gran carrera del recordista de Los Ángeles 1932: Cuando él y un compañero estaban a punto de agarrarse a piñas, su profesor los convenció para que se enfrentaran en una carrera, y no con los puños, Zabala ganó con gran distancia, fue desde ese momento que le tomó el gusto a las carreras, aunque también practicaba baloncesto, fútbol y natación.
El Ñandú Criollo, nacido en Rosario, el 11 de octubre de 1911, ganó la medalla de oro en la maratón de los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1932, cuando todavía no cumplía 20 años. Varios textos citan que fue elpresidente militar, Agustín Pedro Justo, quien gestionó el cambio de la fecha de nacimiento en su pasaporte para que participara en los juegos.
Lo cierto es que haya sido a los 19 o 20 años, lo que hizo Zabala tiene un carácter épico, porque a esa edad el organismo, la masa muscular y la sicología de un atleta no están preparados para soportar una carrera tan extensa y extenuante como es la maratón. Su hazaña se duplica porque él no sólo ganó la medalla de oro en los 42 kilómetros y 195 metros, con una marca de 2 horas 31 minutos y 36 segundos, sino que rompió la marca olímpica de la prueba, vigente desde los Juegos Olímpicos Estocolmo 1912, impuesta por el sudafricano Kenneth McArthur con un crono de 2:36:54.
La hazaña de Zabalita, conseguida el 7de agosto, compitiendo entre 29 atletas de 15 países, fue llevada al cine en la película “Y mañana serán hombres”, con guión del jefe del equipo olímpico argentino, Eduardo Ursini.
Juan Carlos Zabala falleció en Buenos Aires el 24 de Enero de 1983, a los 71 años.
Cabrera tomó el relevo de Zabalita y remató primero
7 de agosto: Parece una cábala. El mismo día y mes, Delfo Cabrera lograba la segunda medalla de oro para Argentina en los Juegos Olímpicos Londres 1948. Ese día Delfo triunfó en los 42 kilómetros y 195 metros con un registro de 2:34:51. Detrás de él quedaron Thomas Richards de Gran Bretaña con 2:35:07y Etienn Gailly de Bélgica con 2:35:33.
La historia del niño Delfo es muy parecida a la de los niños keniatas y etíopes. Empezó a correr de forma natural durante su adolescencia. Trabajó desde muy chico, por la prematura muerte de su padre, como recolector de maíz y fabricador de ladrillos. Como en la zona donde vivía no había transporte, Delfo iba corriendo a su trabajo y regresaba de la misma forma.
Ese era el secreto mejor guardado de Delfo para enfrentar a sus rivales en cuanta carrera compitió. Pero también, antes de la cita olímpica, Delfo tuvo la fortuna de conocer en el Club San Lorenzo de Almagro a uno de los mejores entrenadores, el profesor Francisco Mura. Él lo pulió para que ganara innumerables torneos nacionales y varios Juegos Panamericanos.
Juramento y triunfo
Algunos relatos cuentan que cuando Zabala ganó el oro olímpico Delfo tenía apenas 13 años, y le repetía a su madre: “Mire, cuando su hijo sea un Zabalita va a ganar una medalla en la maratón”. Naturalmente ella nunca lo tomó en serio, pero él se había hecho un juramento íntimo, casi una obsesión, que fue su compañera hasta la línea de llegada de la maratón de Londres 1948.
Delfo se colocó en la línea de partida junto a sus compañeros de equipo Eusebio Guiñez y Armando Sensini. Intercalaron las primeras posiciones en todo el recorrido con el inglés y el belga. Delfo entró al mítico estadio de Wembley en segundo lugar, y en los metros finales remató ante la ovación de los asistentes.
Éste fue el mayor logro del deporte argentino en Juegos Olímpicos. Argentina logró ubicar a tres corredores en los 10 primeros lugares: Eusebio Guiñez, quinto y Armando Sensini, noveno.
Delfo Cabrera recibió múltiples homenajes después de su logro olímpico. Entre otros, lo ascendieron en la Policía y recibió una casa del Gobierno Nacional.
Murió trágicamente, a los 62 años, cuando regresaba de recibir un homenaje en su natal Lincoln, provincia de Buenos Aires.
Otros argentinos también sueñan consagrarse en Londres
El próximo 5 de agosto, desde el estadio de Wembley partirá la maratón de los Juegos Londres 2012. Allí, en línea de largada estará Marita Peralta. Llega a la cita con 2:37:55 y una fantasía que guarda desde sus 8 años. Hoy tiene 34.
El 12 de agosto el turno es para Miguel Barzola. Su mejor registro es de 2:15:00. Llega con 32 años.
Ellos, cobijados por esa aureola de mito, misterio y grandeza que envuelve a los Juegos Olímpicos, Con el recuerdo y aliento de Zabala y Cabrera, buscarán esperanzadamente una medalla en Londres 2012.
Fuente: La Voz de los Andes