¿Cómo debe ser el entreno de velocidad en pista?

El triatlón es una disciplina que desafía la resistencia, la técnica y la velocidad. A menudo, se subestima la importancia de la velocidad, especialmente en la pista, para un potente sprint final. Sin embargo, incorporar entrenamiento de velocidad específico en pista marca la diferencia entre un buen triatleta y un triatleta excepcional. 

¿Qué beneficios tiene el entrenamiento de velocidad?

Incorporar el entrenamiento de velocidad en la rutina de un triatleta trae consigo una serie de beneficios que son decisivos en la mejora del rendimiento general. Una de las principales mejoras que se ven es la evolución de un sprint final poderoso.

Una de las mejoras más destacables es la capacidad anaeróbica. Esta capacidad es esencial para los momentos en los que es necesario un esfuerzo como un sprint final. Este tipo de entreno aumenta la eficiencia del cuerpo para trabajar con déficit de oxígeno, permitiendo al atleta sostener ritmos más elevados por períodos más largos.

Además, el entrenamiento enfocado en la velocidad ayuda a mejorar la economía de carrera. Esto significa que el triatleta puede mantener una velocidad más alta con el mismo esfuerzo, o incluso menor. 

Un estudio que respalda este enfoque es el realizado por Spurrs, R.W., Murphy, A.J., y Watsford, M.L. (2003) para la University of Technology, Sydney, titulado «The effect of plyometric training on distance running performance«. Este estudio evidencia que el entrenamiento pliométrico, que es una forma de entrenamiento de alta intensidad, mejora significativamente la economía de carrera y el rendimiento en corredores de distancia.

Aunque el estudio se centra en corredores, los principios que demuestra son aplicables a triatletas, destacando cómo la integración de entrenamientos de velocidad contribuye significativamente a la mejora del rendimiento atlético. Este enfoque de entrenamiento no solo ayuda a correr más rápido sino que también fortalece los músculos y mejora la técnica de carrera, reduciendo potencialmente el riesgo de lesiones, un aspecto crucial para la sostenibilidad del entrenamiento y la competición en triatlón.

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Foto: Envato Elements

Se reducen el riesgo de lesiones

Además, el entrenamiento de velocidad tiene un impacto significativo en la técnica de carrera y el fortalecimiento muscular. Correr a altas velocidades obliga al cuerpo a adaptarse, mejorando la técnica de carrera y fortaleciendo los grupos musculares específicos utilizados en el sprint.

Esta adaptación además de reducir el riesgo de lesiones al promover una forma de correr más eficiente y segura, también permite al atleta generar un mayor impulso en cada paso, traduciéndose en un sprint final más explosivo.

Asimismo, las adaptaciones neuromusculares que se generan a través del entrenamiento de velocidad mejoran la coordinación y la respuesta muscular, lo que es fundamental para cambiar rápidamente de un ritmo de carrera sostenido a un esfuerzo máximo en la fase final de la competición. En resumen, el entrenamiento de velocidad es una herramienta indispensable para el triatleta que busca no solo mejorar su rendimiento general, sino también su capacidad para cerrar con fuerza en la última etapa del triatlón.

Fundamentos del entrenamiento de velocidad: técnicas y estrategias

El éxito en el entrenamiento de velocidad para triatletas se cimenta en una comprensión sólida de sus fundamentos, que abarcan tanto técnicas específicas de carrera como estrategias de entrenamiento bien planificadas.

Un aspecto clave es la técnica de carrera, que incluye la optimización de la zancada y la postura corporal. Correr a altas velocidades requiere de una forma eficiente que minimice el gasto energético y aumente la propulsión. Esto implica trabajar en la cadencia, la elevación de la rodilla, el contacto del pie con el suelo y el balanceo de los brazos, aspectos que deben ser refinados y adaptados para maximizar la velocidad y eficiencia.

En cuanto a las estrategias de entrenamiento, el enfoque debe estar en la variedad y la especificidad. La inclusión de intervalos de alta intensidad, repeticiones en pista y sprints cortos, con adecuados periodos de descanso, es fundamental para desarrollar tanto la velocidad pura como la resistencia a velocidades elevadas.

Estos entrenamientos deben diseñarse teniendo en cuenta la fase de preparación en la que se encuentra el atleta. Así, se asegura que el cuerpo se adapte progresivamente a las demandas de velocidad sin incurrir en fatiga excesiva o lesiones. La periodización del entrenamiento, que organiza el régimen en ciclos con objetivos específicos de velocidad, resistencia y recuperación, juega un rol crucial en la preparación del triatleta, permitiendo alcanzar picos de rendimiento en momentos clave de la temporada.

¿Cómo se crea una programa de entrenamiento?

Crear un programa de entrenamiento de velocidad efectivo para triatletas implica la integración de sesiones específicas en pista dentro del régimen de entrenamiento global. Es crucial equilibrar el trabajo de velocidad con el entrenamiento de resistencia, natación y ciclismo, para evitar el sobreentrenamiento y asegurar una mejora continua. La periodización, que organiza el entrenamiento en ciclos con objetivos específicos, es fundamental para el éxito a largo plazo.

Algunos ejercicios que podemos incorporar son los realizados en pista, como los 200 metros planos, los 400 metros planos y las repeticiones de sprints cortos. Estos son cruciales para aumentar la velocidad y la capacidad para mantener un ritmo alto al final de la carrera. Estas prácticas además de mejorar la velocidad pura también enseñan al cuerpo a recuperarse rápidamente entre esfuerzos intensos.

Un aspecto crucial a tener en cuenta es la planificación anual. Esta es esencial para el éxito en triatlón. Integrar el entrenamiento de velocidad en el momento adecuado del ciclo de entrenamiento garantiza que los triatletas alcancen su pico de velocidad cuando más lo necesitan: en las competiciones principales. Esto requiere una comprensión de cómo diferentes tipos de entrenamiento afectan el cuerpo y cómo se recuperan los atletas.

Toma nota sobre estas recomendaciones

Para evitar lesiones durante el entrenamiento de velocidad, es esencial adoptar una serie de recomendaciones prácticas centradas en la prevención. Un aspecto fundamental es el adecuado calentamiento antes de iniciar las sesiones de alta intensidad; esto prepara al cuerpo para el esfuerzo. Aumenta el flujo sanguíneo a los músculos y mejorando la elasticidad muscular, lo que reduce el riesgo de desgarros o tensiones.

Asimismo, es crucial enfocarse en una técnica de carrera correcta. Una forma ineficiente aumenta las probabilidades de lesiones por sobrecarga. La inclusión de ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad específicos para corredores en la rutina de entrenamiento contribuye a construir un cuerpo más resistente y adaptable.

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Foto: Unsplash // Philip Strong

Otro aspecto importante es la escucha activa del cuerpo es vital; ante los primeros signos de fatiga excesiva o dolor, es importante reducir la intensidad o tomar descansos adicionales. Siguiendo estas recomendaciones, los triatletas pueden minimizar el riesgo de lesiones y asegurar una progresión constante en su entrenamiento de velocidad.

Medir el progreso es esencial para cualquier programa de entrenamiento. En el contexto del entrenamiento de velocidad, esto incluye pruebas de tiempo en distancias específicas, monitorización de la frecuencia cardíaca y evaluaciones de la fatiga. Estas métricas permiten ajustes oportunos en el entrenamiento, asegurando que los triatletas continúen avanzando hacia sus objetivos de velocidad y rendimiento.

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