Eliud Kipchoge no dejó lugar, en esta ocasión, a que saltase la sorpresa. Igual que el año pasado en el Maratón de Londres asistimos a su primera derrota en mucho tiempo, a manos de Shura Kitata, esta madrugada el keniata ha vuelto a dar un golpe de autoridad sobre la mesa y se ha hecho con el Maratón de Tokio.
Su tiempo en meta ha sido de 2h02’40», la tercera mejor marca de la historia. La victoria se ha cimentado a partir del kilómetro 35, donde ha sido capaz de dejar atrás a su compatriota Amos Kipruto, marchando ya los siete kilómetros finales en solitario.
Hay que tener en cuenta que el tiempo en meta hubiera sido ligeramente mejor, del orden de unos veinte segundos, de no ser por un error en la señalítica del recorrido. Ha sido alrededor del kilómetro 10, donde el grupo cabecero ha tenido que retroceder, rompiendo el ritmo que en ese momento llevaban.
No obstante, es improbable que hubiera podido acercarse a las 2h01’41» de Kenenisa Bekele, tiempo logrado en la edición de 2019 del Maratón de Berlín.
«Estoy muy orgulloso de ganar en las calles de Tokio, donde la gente lleva el running en el corazón y la cabeza«, ha escrito en sus redes sociales el propio Kipchoge.
Dos majors pendientes
«Es estupendo haber ganado cuatro de los seis Abbott World Marathon Majors«, continua en su texto, en referencia a sus triunfos en Londres (cuatro en total), Berlin (tres veces, con récord del mundo incluido), Chicago (una vez), y este ahora de la capital nipona.
Pendiente
en su palmarés quedan Boston y Nueva York, que apuntan en un
horizonte muy a corto plazo. Hay que tener en cuenta que el
«He
estado con la cabeza puesta en Tokio desde que volví a entrenar»,
dijo hace unos días, «muy emocionado por correr en un país
donde el running es una parte crucial de la cultura del deporte».
Carrera
con público
En meta Kipchoge ha tenido palabras para los miles de nipones acodados en las aceras animando. «Gracias, gracias, gracias a la gente que ha venido a animar», ha declarado.
Un
mensaje de paz
En
los momentos de tensión y escalada bélica que vivimos en la
actualidad, Kipchoge también ha tenido tiempo de dedicar unas líneas
a buscar la paz: «Quiero que este mundo esté unido», ha
escrito, «que mi victoria de hoy sirva para aportar
positividad».
