Triatlón y asesoramiento nutricional: porqué deberías ponerte en buenas manos

Sabemos que existen tres pilares básicos del rendimiento deportivo: entrenamiento, descanso y nutrición. Un triatleta muy comprometido con el entrenamiento acabará tirando por la borda todas esas horas de dedicación si no descansa de manera adecuada. Del mismo modo, sin una correcta nutrición tampoco conseguirá maximizar su rendimiento.

Un plan nutricional debe individualizarse al máximo, teniendo en cuenta las características y las circunstancias personales de cada deportista. Por suerte, cada vez son más las personas que tienen clara esta necesidad y deciden ponerse en manos de profesionales o bien formarse ellos mismos.

Del mismo modo que muchos aficionados al triatlón ha decidido formarse como entrenadores a través de la FETRI o de otras titulaciones privadas, otros han optado por hacer lo propio en nutrición. Para ello encontramos centros como FiveStarts Fitness, una de las mejores escuelas para llegar a ser asesor nutricional.

En ella puedes formarte con su Curso de Nutrición deportiva o el Máster de nutrición deportiva. Titulaciones impartidas por prestigiosos profesionales en las que podrás adquirir conocimientos esenciales como la capacidad de elaborar recomendaciones dietéticas o los diferentes modelos dietéticos, hasta formación sobre las ayudas ergogénicas y sus efectos en las diferentes modalidades deportivas o fisiología humana.

La importancia de tener un asesor nutricional

La alimentación juega un papel clave en el desarrollo de todo tipo de deportista. Pero, en una disciplina de resistencia, como es el caso del triatlón, su peso es aún mayor. Sobre todo cuando hablamos de modalidades como la media y larga distancia, donde el triatleta se enfrenta a muchas horas de competición.

La gran mayoría de los triatletas dedican muchas horas al entrenamiento. En muchos casos hasta seis o siete días semanales, incluyendo jornadas donde se hacen varias sesiones. Es por ello que la alimentación debe convertirse en una herramienta para promover la recuperación, los niveles de energía diarios y optimizar las adaptaciones al entrenamiento.

Un plan nutricional adecuado debe tener la capacidad de ajustarse a las cargas individuales de entrenamiento. Eso significa prescribir determinadas cantidades de hidratos de carbono que aporten combustible, proteína para mantener la masa magra y optimizar la reparación muscular después del entrenamiento y grasas saludables necesarias para impulsar la recuperación y ayudar también a cumplir con los requisitos de energía.

Además, un buen plan nutricional también debe controlar aspectos como la hidratación. Este otro aspecto clave en el rendimiento puede varias en función de cada deportista, su tasa de sudoración y la composición del sudor, las condiciones climáticas o su capacidad para tolerar líquidos durante el entrenamiento y la competición.

La nutrición es un puzzle bastante complejo. Se trata de un aspecto en el que entran en juego muchas piezas y en el que la mayoría de deportistas no está preparado para gestionar todas ellas de la manera adecuada.

Al igual que contratamos un entrenador para que se encargue de elaborar un plan minucioso que nos lleve a conseguir nuestros objetivos, con la nutrición debemos ponernos en manos de expertos que puedan ayudarnos a maximizar nuestro rendimiento.

Fuente

X