Una de las cuestiones claves a la hora de mejorar nuestra natación es conseguir una correcta hidrodinámica: una posición lo más eficiente posible de nuestro cuerpo a medida que avanzamos hará que seamos más rápidos.
Y sin esfuerzo adicional: simplemente ofrecer menor resistencia al agua hará que nademos mejor.
En este sentido, hay una fase que es clave, la de respiración. Al girar la cabeza para recargar aire, es donde posiblemente más hidrodinámica perdamos si no lo hacemos correctamente: es habitual ver cómo los nadadores menos experimentados sacan demasiado la cabeza, pierden impulso con uno de los brazos o se incorporan de más, ofreciendo una resistencia al agua innecesaria.
Vamos a ver cinco puntos que trabajar para mejorar este aspecto.
La posición de la cabeza
Si nuestra cabeza está demasiado sumergida al avanzar, va a ser muy difícil conseguir respirar mejor al nadar, ya que tendremos que levantarla mucho o girarla en demasía.
Así que tenemos que conseguir es mantener la parte superior de la cabeza justo por encima del agua, de tal manera que nos permira girar unos 45 grados a izquierda o derecha y ya nuestra boca esté fuera del agua.
En triatlón ten en cuenta un punto a mayores para trabajar este aspecto: la visibilidad. En la medida en que se recomienda que cada cierto número de brazadas hagamos una respiración hacia delante, para ver si vamos en dirección correcta, el impulso será mucho mejor si tenemos parte de la cabeza fuera.
¿Qué ejercicios de técnica hacer? Uno muy sencillo: nada con los brazos pegados al lateral del cuerpo y con la cabeza mirando hacia el fondo de la piscina, e intenta respirar.
Si tratas de respirar hacia delante -que será el acto natural-, verás que el cuerpo se hunde. Sin embargo, si respiras de lado, seguirás en la misma posición.
Recuerda que en nuestro canal de Youtube tienes varios vídeos con ejercicios de técnica de natación que te ayudarán a mejorar día a día.
¿Cuándo respirar?
Un error habitual es no gestionar correctamente el timing de nuestra respiración.
Entre los nadadores menos experimentados es habitual ver cómo giran la cabeza demasiado tarde, cuando prácticamente nuestro brazo en alto ya ha comenzado la fase de agarre. Esto lo que supone es una ralentización de nuestro ritmo, ya que brazos y cabeza van descoordinados.
¿Qué hacer? Trabajar el rolido y la alineación de la cabeza con el movimiento de los hombros.
El ejercicio más sencillo puede ser el de giro del cuerpo con brazos en el pecho.
Para llevarlo a cabo, nos hemos de colocar en posición ventral batiendo piernas. Las palmas de las manos han de estar pegadas al pecho agarrando un pullbuoy, y con los codos en cruz, perpendiculares al tronco.
Cada seis batidos de piernas, habrá que respirar lateralmente, girando el tronco y sacando el codo fuera por completo.
Exhalación
Mucha gente tiende a exhalar demasiado por la boca. Desde nuestro punto de vista, es una forma mucho más difícil de respirar cuando estamos en el agua, y no ayudará a conseguir respirar mejor al nadar.
Así que asegúrate de que estás inhalando por la boca, pero exhalando por la nariz.
¿Hacia dónde miramos al respirar?
Otro aspecto clave: al sacar la cabeza del agua para respirar, hay que mirar al lateral de la piscina, nunca hacia el techo o el cielo.
Si miramos más arriba del lateral de la piscina (lo que sería un ángulo de unos diez grados), estaremos haciendo demasiado rolido.
Lo más sencillo para conseguirlo es tener conciencia de que está ocurriendo.
Si te fijas en los grandes nadadores profesionales, apenas salen un ojo y la boca. No hace falta sacar más la cabeza.
Truco: si solo sale una lente de tus gafas de natación, estarás yendo en el camino correcto.
Alineación del cuerpo
Cuando estamos en fase de captación del aire, es habitual que perdamos la alineación del cuerpo, desviando la cabeza de la posición más centrada y evitando respirar mejor al nadar.
Imagina que un palo o una vara atraviesa nuestro cuerpo, alineado con la cabeza. Nuestro trabajo es siempre mantener la cabeza dentro de ese palo, incluso cuando estamos respirando.
Para mejorar este aspecto, basta que trabajemos la natación lateral: colocados en posición ventral y batiendo pies, nadamos estilo crol.
Después de tres brazadas, mantenemos el cuerpo en posición lateral durante diez batidos.
Es importante respirar después de las tres brazadas, aprovechando el rolido.
Vigila el brazo, tiene que quedar estirado hacia delante y orientado a la pared a la que estamos yendo, evitando que se cruce.
