Seguramente estés leyendo el titular y te sorprenda conocer la existencia de una parte de tu cuerpo con este nombre: el hueco poplíteo. Pues sí, existe. En anatomía, el hueco o fosa poplítea se define como una zona con profundidad, localizada en la parte posterior de la rodilla. Este hueco es fundamental para la pierna, debido a que está compuesta por diferentes tejidos musculares, nerviosos y arterias.
Esta zona conectada con el menisco externo y posee la función para que la rodilla puede flexionar de una manera correcta. En el caso de que la rodilla esté flexionada, produce una ligera rotación interna de la pierna. Debido a la esencialidad del poplíteo para la pierna, es una de las partes a cuidar para poder correr a gusto.
¿Cómo está formada la fosa poplítea?
Este parte de la pierna está compuesta por una serie de paredes distribuidas en seis apartados diferentes. En este hueco, se pueden encontrar una zona superficial y otra parte más profunda:
- En esa parte superficial se encuentran el tejido celular y adiposo, por donde pasa una parte del nervio ciático menor y la vena safena exterior.
- En la parte profunda se encuentra la arteria poplítea, la vena poplítea, los ganglios linfáticos poplíteos, la vena safena externa y el nervio ciático mayor, el cual se divide en externo e interno.
¿Por qué pueden surgir malestares en el hueco poplíteo?
Si sientes dolor en el momento en el que tienes que flexionar la pierna, es un síntoma evidente de que hay algún problema en el hueco poplíteo. Al tocar la zona podrás notar un abultamiento que ocupa todo el hueco poplíteo.
Las causas más comunes para que se produzca esta lesión son los cambios frecuentes de intensidad en los entrenamientos de carrera a pie. También las variaciones de terreno aumentan las posibilidades de sufrir este tipo de lesiones. Con estos dos factores, las fibras del tendón del poplíteo se distienden y provocan una inflamación en su interior, lo que en términos médicos se conoce como tendinitis, o en la parte que lo recubre, conocida como tendovaginitis.
¿Cómo prevengo los dolores?
Lo idóneo para prevenir lesiones, sea la zona en la que sea, es realizar un calentamiento correcto y con el tiempo adecuado. Los beneficios del calentamiento son infinitos, tanto para la prevención de malestar como para ofrecer el máximo rendimiento en la competición.
Otra forma de que el hueco poplíteo no sufra consecuencias negativas es la aplicación de calor en esa zona, previo a la carrera a pie. Para cuidar esta parte de la pierna tras el entrenamiento, tendrás que estirar la pierna con la punta tensa hacia el exterior e intentar llegar a la punta de la zapatilla con la mano.
Los expertos médicos afirman que el músculo poplíteo es un tejido que se daña pocas veces dado que tiene un recorrido muscular muy bajo. Los dolores en el hueco poplíteo, si se llegan a producir, se deben, en mayor parte, a otras razones como molestias en las cabezas de los gemelos, los cóndillos femorales o la zona final de los isquiotibiales.
En el caso de que los especialistas confirman que se trate de una lesión en el músculo poplíteo, deberás acudir a un fisioterapeuta. Es inútil intentar tratar en tu casa por tus propios medios una lesión así, ya que la profundidad del músculo es grande.
