Los trucos de Lucy Charles para ganar tiempo desde el agua a la T1

Este pasado sábado, cuando Daniela Ryf comenzó a dar los primeros síntomas de flaqueza durante la disputa del Campeonato del Mundo de IRONMAN, todas las miradas se fueron hacia una Lucy Charles que dominaba la prueba con solvencia. Tras dos subcampeonatos, los de 2017 y 2018, todo apuntaba a que este 2019 sería el año en que la británica se coronase Campeona del Mundo.

Lamentablemente para sus intereses, la irrupción de Anne Haug en el segmento de carrera a pie apartó a Charles de la victoria, pero con muchísimo pundonor volvió a hacerse con el subcampeonato. Pero hasta ese momento, Lucy demostró que controla como nadie la natación -en la que año tras año es la mejor-, el segmento ciclista e incluso las transiciones. En la T1 logró arañar unos segundos valiosos que quién sabe si, con la poca diferencia que terminó sacando en meta a Sarah Crownley, fueron los que le alzaron al segundo puesto.

Y es que las transiciones, aunque sean las grandes olvidadas de los triatletas populares, pueden marcar el devenir de una carrera, sea de corta o de larga distancia. Es por eso que hoy os traemos las recomendaciones de la propia Lucy Charles para ganar tiempo desde que se sale del agua hasta que se alcanza la T1. Y si quieres más recomendaciones suyas sobre como nadar rápido, no dudes en echar un vistazo a nuestro artículo Descubre los trucos de Lucy Charles para mejorar tu natación en Ironman.

Cómo afrontar la salida del agua

A priori salir del agua, cuando hemos acumulado 1.500 o 3.800 metros de natación, no debería de entrañar mucha complicación, pero sin embargo la tiene. «Dominar la salida ahorrará valiosos segundos y energía«, dice Charles. «Al acercarme a la llegada, prefiero nadar hasta el límite, hasta lo más cerca posible de la arena. Cuando ya no puedo dar una brazada completa, sé que el agua es lo suficientemente superficial como para continuar corriendo«.

¿Cómo hay que incorporarse? «Hay que colocar ambas manos en el suelo e impulsarse hacia arriba con brazos y piernas«, explica. «El truco está en, cuando corres por aguas poco profundas, imaginarse que tenemos pequeños obstáculos debajo de cada pie. Eso nos obliga a levantar un poco más el pie, lo que nos ayudará a ganar velocidad sin tener que arrastrar las piernas a través del agua poco profunda«. «Intentar correr con las piernas medio sumergidas puede ser agotador antes de subirse a la bicicleta», añade.

Cómo quitarse el neopreno

Lo primero, según la triatleta originaria de Hoddesdon, localidad al norte de Londres, es empezar a quitarse el neopreno. «Una vez se salga del agua, hay que dejar a la vista la cremallera del neopreno y bajarla. Si tienes una cremallera de liberación rápida, como yo, tirando del cordón hacia arriba y levemente a la izquierda todo el neopreno se abre instantáneamente«.

Lo siguiente es quitarse el gorro y las gafas, antes que las mangas. «Siempre me los quito primero por dos razones: en primer lugar, para ver por dónde voy corriendo. Después, porque al sacar los brazos de las mangas tanto el gorro como las gafas se quedan atascados dentro, con lo que logro liberar ambas manos para los siguientes pasos«. Después hay que correr hasta la T1 con el traje bajado hasta la cintura, lo que permite abrir el pecho y reemplazar el oxígeno, tan necesario después de la natación.

Para liberarse completamente del neopreno, hay que ayudarse de las manos: «Lo bajas lo máximo que puedas. Después, con un pie, ayudar a bajar la la otra pernera. Primero una, y luego el mismo proceso pero con la otra«. Y queda guardarlo. «Hay que asegurarse de dejarlo en el lugar correcto para evitar penalizaciones. En las pruebas IRONMAN, en la bolsa azul».

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